sábado, 10 de diciembre de 2011

El derecho a delirar

¡Hola!

No tenía muy claro el porqué ni el cómo. No sabía cuál era el motor que me impulsaba a crear un blog. Pero ahí estaba el deseo, como siempre, esperando a ser sondeado un poco más allá. Finalmente lo supe: me animé a hacer este blog gracias a ti. Porque cada palmo de tu espíritu que traspasaba me contagiaba de su vitalidad. Una vitalidad delirante, pero todos tenemos derecho a delirar...


Y el delirio es simplemente tocar la lira de otra manera: de-lirar. Hubo una época en la que mi lira era tocada con aire sombrío, (versa est in luctum cithara mea...) pero ahora aprendo a tocarla en este nuevo modo, con delirio, para así quizás hacer vibrar a todos con él.

A mí se me romperán algunas cuerdas de la lira, a ti se te derretirán las alas cuando estés en las alturas, pero nadie nos podrá acusar de no haber vivido. ¡A delirar!





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